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Música

SIMBOLISMOARTE — Música


Este aspecto de la embriaguez es el que interviene en un grado cualquiera en la música profana, o en la música asimilada de manera profana, la cual amplifica el ego en vez de superarlo 1 . De ello resulta un narcisismo refractario a la disciplina espiritual, una adoración de sí que está en las antípodas de la extinción beatífica de la que el arte sagrado pretende dar un presentimiento; escuchando una bella música, el culpable se sentirá inocente. Pero el contemplativo, al contrario, escuchando la misma música se olvidará a sí mismo presintiendo las esencias; metafóricamente hablando, encontrará la vida perdiéndola, o la perderá encontrándola. Esto equivale a decir que para el contemplativo la música evoca todo el misterio del retorno de los accidentes a la Substancia 2 . TRAS LAS HUELLAS DE LA RELIGION PERENNE: ESCOLLOS DEL LENGUAJE DE LA FE LA VÍA DE LA UNIDAD


Sobre a teoria pitagórica da "música das esferas": Trechos de Rasâ'il Ikwan-us-Safâ (Cairo, 1928), citados em Nicholson, Mathnawi, vol. 8, p. 144:

"Os sons (aswat) constituem acidentes produzidos nas substâncias pelo movimento e penetração da alma (al-nafs). Uma vez que as esferas celestiais giram e os planetas e estrelas são colocados em movimento, segue-se que eles devem ter notas musicais e expressões pelas quais Deus é glorificado e magnificado, deliciando as almas dos anjos, assim como no mundo dos corpos nossas almas ouvem com prazer as melodias e se consolam com elas para preocupações e tristezas. E como essas melodias são apenas ecos da música celestial, elas nos lembram dos vastos jardins do Paraíso e dos prazeres desfrutados pelas almas de lá; e então nossas almas anseiam por voar até lá e juntar-se a seus companheiros... Os filósofos declaram que as condições do mundo sublunar têm suas causas nas primeiras coisas que vieram à existência (al-mawdjudât al-ulâ), e que os corpos terrestres imitam (tuhâkî) os movimentos e as harmonias das esferas da mesma forma que as crianças imitam os gestos e as vozes de seus pais... Diz-se que Pitágoras inventou a ciência da música, tendo-a derivado das harmonias celestiais que sua natureza pura e inteligência sutil lhe permitiram ouvir".

Nicholson acrescenta que a analogia é levada até os mínimos detalhes: os 12 maqamât, os 7 aswat, os 24 shu'-ab e os 48 tarâkîb correspondem aos signos do zodíaco, aos planetas, às horas do dia e da noite e às semanas do ano lunar, respectivamente.


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NOTAS:
1 Salvo en los casos en que constituye una «consolación sensible» apaciguante o estimulante, y sin pretensión; pero la perspectiva islámica excluye incluso esta posibilidad, al menos en principio.
2 El Cristianismo es una religión musical, si puede decirse así, como lo indica el papel importante de los cantos y los órganos en las iglesias. El Islam entiende representar el punto de vista opuesto, el de la sequedad y la sobriedad con miras a la «única cosa necesaria», pero compensa esta pobreza con la musicalidad de la salmodia del Corán, y también, en su dimensión sufí, con las poesías, los cantos y las danzas, otras tantas manifestaciones esotéricas del «vino» prohibido por el exoterismo; sin hablar del papel preponderante que tiene en el Islam la sexualidad.