Segundo Pierre Riffard, estado de consciência vivido como uma separação da alma do corpo e como uma união da alma com um princípio, a sensibilidade sendo suspensa.
Formas:
- êxtase comum: exaltação
- êxtase mórbido: delírio, alucinação, fantasma.
- êxtase místico: união com Deus ou um Princípio, acompanhada de beatitude.
- êxtase xamânico: ascensão celeste ou descida infernal ou viagem espacial com uma objetivo prático (ver os ancestrais, cura, etc.)
Ascetismo e Misticismo
Mestre Eckhart: DESPRENDIMENTO
Jose Angel Valente: Excertos de "ENSAYO SOBRE MIGUEL DE MOLINOS
Toda vía propiamente mística, ya abierta a la iluminación y a la unión, tiene por estado inicial y constitutivo la salida, es decir, el éxtasis. No otra cosa es el éxtasis que una salida, un salirse o sobresalirse del alma: «una salida fuera de sí mismo», en palabras de Tomás de Aquino. El proceso místico es siempre de naturaleza extática; la salida condiciona, en ese sentido, la unión. De cuál sea la naturaleza de esa salida y su término, dos textos — entre tan gran número de textos posibles — podrían dar testimonio de excepción.
El primero es del Maestro Eckhart. «Donde termina la criatura — escribe esta insustituible figura de la espiritualidad de Occidente — empieza el ser de Dios. Todo lo que Dios te pide con la mayor premura es que salgas de ti mismo, en tanto que tú eres criatura, y que dejes a Dios ser Dios en ti. La menor imagen creada que de cualquier modo en ti se represente es tan grande como Dios. ¿Por qué? Porque cierra a la totalidad divina el camino que a ti conduce. Sal totalmente de ti por amor de Dios, y Dios saldrá totalmente de sí por amor de ti. Y lo que después de ambas salidas queda es la unidad simple.» (tomado de Traités et sermons, París, Aubier, 1942)
El otro texto, que bastaría por sí solo para dar noticia tan precisa como inagotable de la salida mística, es de San Juan de la Cruz:
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
.....
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
Entre las azucenas olvidado o la unidad simple : he ahí la salida y su término, la experiencia unitiva del alma, ya ejercitada o purgada, en la que se ha cumplido la iluminación. La salida o éxtasis, elemento desencadenante y constitutivo de toda experiencia mística, es un proceso de descondicionamiento del alma en el que ésta va reduciéndose a su solo centro, que ha de vaciarse de toda forma o imagen creada para que en el alma, ya de sí salida, se llene ese centro vacío con la plenitud de lo que no tiene forma ni imagen y encierra a la vez la potencialidad infinita de todas las formas de la creación.
Frithjof Schuon: O ESOTERISMO COMO PRINCÍPIO E COMO VIA