VIDE: NASCER DE NOVO; MISTÉRIO; KATHARSIS; PALINGENESIA; ÁGUA; FOGO
Wikipedia: Português, Español, Français, English
Esta salvación-curación de toda la humanidad y su deificación cumplidas en la persona del Verbo de Dios encarnado, son otorgadas por el Espíritu Santo a cada bautizado que, en la Iglesia, se une a Cristo. Pero no son, entonces, más que potenciales: el bautizado debe asimilar este don en todo su ser. Es el papel de la vida espiritual, de la ascesis.
La palabra «bautismo» procede el verbo griego bapto, que significa «hundir, sumergir». Su sentido depende del triple simbolismo del agua: la vida, la muerte y la pureza.
Los tres simbolismos del agua
La vida. El agua es indispensable para la vida; ella es su fuente primordial. Según el Génesis, mientras que Dios no hace llover sobre la tierra, ésta permanece estéril (Gn 2,5). En el desierto, el pueblo de Israel, que muere de sed, es salvado por la fuente de agua viva que Dios ordena a Moisés que haga brotar de una roca (Ex 17,1-7).
La muerte. Pero, cuando el agua es demasiado abundante, puede causar la muerte. Durante el diluvio se tragó a todos los seres vivientes salvo a un justo, Noé y su familia (Gn 6,13-17). Con el paso del mar Rojo se manifiesta el doble simbolismo: mientras que es causa de muerte para los egipcios, el agua se convierte en salvación para los israelitas (Ex 14,19-31).
La pureza. Finalmente, el agua sirve para lavar, tanto en la vida cotidiana como en los ritos de purificación. Eliseo cura al general leproso Naamán enviándole a lavarse siete veces en el Jordán (2 Re 5,10-14). En los rituales judíos, la inmersión en el agua tiene un sentido a la vez purificador y salvador; por ejemplo para la admisión de los prosélitos, los paganos convertidos al judaísmo, o bien en Qumrán, en los baños diarios de los esenios, que expresaban así su camino espiritual de conversión permanente.
Invita a los judíos creyentes a venir a «sumergirse en el Jordán y confesar sus pecados» (Mc 1,5). Para él, este rito del baño purificador es único. Significa una conversión definitiva para prepararse ante la llegada del Mesías: «Arrepentios, porque está llegando el reino de los cielos» (Mt 3,2). En efecto, el Jordán es la frontera que hay que franquear para entrar en la tierra prometida; significa la entrada en el Reino de Dios, ya muy próximo, recordando el paso del mar Rojo. Jesús se hace bautizar por Juan Bautista en el Jordán para significar su solidaridad con los pecadores. El bautismo cristiano retoma los elementos fundamentales del bautismo de Juan Bautista: la remisión de los pecados y la entrada en el Reino siguiendo a Jesús Mesías. «Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu» (Jn 3,5).
El sacramento del bautismo
Después de la muerte y la resurrección de Cristo, el bautismo adquirió su dimensión cristiana de sacramento. Es el signo eficaz que hace entrar al catecúmeno en la «nueva creación», regenerándole por su pertenencia definitiva a Cristo (2 Cor 5,17). Por eso es el primero de los sacramentos, el que nos abre a los otros.
El catecúmeno es marcado en primer lugar con el signo de la cruz, signo trinitario en el nombre del cual es bautizado (Mt 28,19-20). La inmersión purificadora en el agua le lava del pecado y le sumerge en la muerte de Cristo, que lleva en ese momento los pecados del mundo. Esta inmersión significa el ahogamiento, el fin del «hombre viejo», pecador. Después, la salida del agua expresa la entrada en la vida nueva del Resucitado (Rom 6,11). Finalmente, la unción con el aceite (el santo crisma) significa que el bautizado recibe los dones del Espíritu* y se convierte en miembro de Cristo, «sacerdote, profeta y rey». La vestidura blanca expresa que el bautizado se ha «revestido de Cristo» (Gál 3,27). Después recibe la luz del cirio pascual para ser «la luz del mundo» (Mt 5,14). (excertos de 50 Palavras da Bíblia)
LAYTON, Bentley; BRAKKE, David. The Gnostic Scriptures. second edition ed. New Haven (Conn.) London: Yale University Press, 2021
Como outros cristãos, os gnósticos deram grande ênfase à importância do batismo e fizeram uso forte da retórica batismal ao falar da salvação. A julgar pelos textos, o batismo gnóstico marcou um passo decisivo na vida espiritual do gnóstico, envolvendo renúncia, instrução, aprendizado e iniciação em um novo “parentesco” e um novo estado de vida. A recepção do batismo gnóstico estava intimamente associada à recepção da gnosis e era considerada capaz de permitir que o gnóstico superasse a morte.
Várias etapas de uma cerimônia batismal gnóstica são enumeradas em FTh: o candidato se despoja da “escuridão”, veste uma túnica de luz, é lavado nas águas da vida, recebe um trono de glória e é glorificado com a glória do “parentesco”, e finalmente é elevado ao “lugar luminoso do... parentesco.” O batizado também é dito em EgG que veste o nome de Jesus, e de acordo com BJn a gnosis é recebida quando o salvador sela o candidato com “a luz da água dos cinco selos.” Estes cinco selos são mencionados em muitas passagens da escritura gnóstica como tendo uma conexão muito íntima com a gnosis, mas em que consistem nunca é claramente explicado. EgG conclui com uma longa e extática invocação batismal presumivelmente proferida por um recipiente do batismo gnóstico.
No entanto, apesar da insistência no batismo na escritura gnóstica, as referências a ele são expressas em linguagem poética exagerada, sempre dando a impressão de que a cerimônia ocorre não na terra, mas apenas no reino espiritual. Por exemplo, vários eons conhecidos do mito gnóstico assumem um papel de liderança na cerimônia; a água batismal espiritual é até mesmo personificada miticamente, assim como “os cinco selos.” Pode-se, então, seriamente perguntar se tais referências ao batismo não são mera metáfora, uma descrição mística da salvação pelo conhecimento (tal equação é explicitamente feita no final de RAd). Existia também um rito gnóstico físico de batismo, e se sim, era uma iniciação única no novo parentesco da igreja gnóstica ou um ato repetível de iluminação mística? Qual era sua relação, se houver, com aquele batismo já recebido por membros da igreja não gnóstica que então se converteram ao cristianismo gnóstico? Nenhuma resposta a estas perguntas é dada pelas próprias escrituras, além do silêncio. Mas Santo Epifânio, um observador hostil — e não totalmente confiável — do quarto século (EpA), relata que os Arcontes, uma subdivisão dos gnósticos, “amaldiçoam e rejeitam o batismo não gnóstico, mesmo que haja alguns entre eles que já foram batizados [como cristãos ortodoxos]” porque o batismo é “estranho e foi estabelecido no nome de Sabaoth”, ou seja, o deus de Israel, que segundo os Arcontes é o filho de Satanás. Além disso, de acordo com Santo Epifânio, os Arcontes acreditam que quando a alma é salva ela “obtém gnosis e foge do batismo da igreja não gnóstica.”
Evangelho de Jesus: Batismo de Jesus
Bernardo de Clairvaux: BATISMO
René Guénon: CRISTIANISMO E INICIAÇÃO
Jacob Boehme: Pierre Deghaye — BATISMO