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Hugo de S. Victor

Cristologia — Hugo de S. Victor (1096-1141)

Cônego agostiniano, provavelmente de origem saxônica, cujos escritos incluem meditações sobre as Escrituras, tratados de gramática e geometria, e um comentário sobre as Hierarquias Celestes de Dionísio o Areopagita.

Natural de Hartingam (Sajonia), de la familia de los condes de Blankenburg. Se educó en el monasterio de canónigos agustinianos de Hammersleben (Sajonia). A los dieciocho años fue a París, ingresando en la abadía de San Víctor (1115-1118).

Comenzó a enseñar en 1125. En 1133 quedó al frente de la escuela, hasta su muerte. Mantuvo estrecha amistad con San Bernardo, a quien comunicó algunas dificultades acerca de las doctrinas de Abelardo, contestando aquél con su opúsculo De baptismo. La admiración de sus contemporáneos aparece en los calificativos de «nuevo San Agustín», «órgano del Espíritu Santo», «arpa del Señor» (Jacques de Vitry). Según San Buenaventura, «San Agustín es el príncipe de la teología; Gregorio, de la moral; Dionisio, de la mística. San Anselmo sigue a San Agustín, San Bernardo a Gregorio, Ricardo de San Víctor a Dionisio. Pero Hugo los sintetiza a todos».

Hugo es, ante todo, un teólogo y un místico. Pero no desdeña utilizar la filosofía y las artes liberales en servicio de la ciencia sagrada. No hay que buscar en él una síntesis completa ni original de filosofía ni de teología, prematura en el estado de la ciencia en el siglo XII. Su filiación ideológica debe situarse dentro de línea neoplatonizante que procede dé San Agustín, Boecio, Dionisio, Escoto Eriúgena. A su vez sirve de puente de transmisión de numerosas ideas que pasarán a Ricardo de San Víctor, Roberto Grosseteste, Alejandro de Hales, San Buenaventura, San Alberto, Ulrico de Estrasburgo e incluso Santo Tomás. No pocas tesis del «agustinismo» medieval (razones seminales, ejemplarismo divino, la iluminación, la imagen, los vestigios, la subordinación de la ciencia profana a la sagrada, etc.) tienen en Hugo un precursor. Apenas cita, pero su fuente principal es San Agustín. (Excertos de HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. II (1º): EL CRISTIANISMO Y LA FILOSOFÍA PATRÍSTICA. PRIMERA ESCOLÁSTICA: 2)

Obras:

Eruditionis didascalicae libri VII, o Didascalion. Enciclopedia de saber sagrado y profano. Los tres primeros libros versan sobre las artes liberales. Los otros tres, sobre Sagrada Escritura. El séptimo, De operibus trium dierum, es un tratado de meditación. Epitome in Philosophiam. Resumen de los tres primeros libros del anterior (ed. Hauréau). De sacramentis christianae fidei (entre 1136-1141). Es su obra principal. «El primer sistema completo de dogmática aparecido en la época de la alta escolástica». De sacramentis legis naturalis et scriptae. Breve compendio en forma de diálogo. Summa sententiarum (muy discutida). Commentaria in hierarchiam caelestem del seudo Dionisio, utilizando la versión de Escoto Eriugena), Numerosos escritos místicos: De institutione novitiorum; De tribus diebus; De arca Noe mystica; De arca Noe morali; De vanitate mundi; Soliloquium; De arrha animae; De laude caritatis; De modo orandi; De amore sponsi ad sponsam; De meditando; De contemplatione et eius speciebus. Son apócrifos otros tratados (De claustro animae; De Medicina animae; De fructibus carnis et spiritus; De bestiis, etc.), así como el De anima (c.165-190).
San Víctor era una abadía de canónigos regulares de San Agustín, dependiente de San Víctor de Marsella, situada en torno a una pequeña ermita de los alrededores de París. A ella se retiró Guillermo de Champeaux cuando abandonó la enseñanza (1108-1113). Llegó a ser un floreciente centro científico, destacando especialmente en la mística. Sus grandes figuras fueron Hugo y Ricardo. Después de ellos comenzó a decaer, aunque todavía se destacan algunos representantes, si bien con un espíritu menos abierto que sus predecesores.1 (Excertos de HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. II (1º): EL CRISTIANISMO Y LA FILOSOFÍA PATRÍSTICA. PRIMERA ESCOLÁSTICA: 2)

Excertos:


NOTAS:

1 «Une des plus pures gloires de l'école que vient d'ouvrir à la jeune abbaye Guillaume de Champeaux, aprés sa défaite par Abélard, et qui durant trois quarts de siécle au moins groupera les noms les plus illustres de la théologie, de la mystique et de la littérature poétique latine du XIIe siécle» (J. de Ghellinck, Le mouvement théologique du XIIe siécle (París 1948) p.185-186).