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Quadrado

GEOMETRIA — QUADRADO


VIDE: Círculo; Quadratura do Círculo



René Guénon:


Gérard Champeaux e Dom Sébastien Sterckx: Excertos de "Introduction au monde des symboles

El ciclo cuaternario da a nuestro mundo físico su ritmo vital más importante, el ritmo de las estaciones; por ese motivo le caracteriza. Dicho ciclo cuaternario apareció en la banda de una figura circular (círculo zodiacal u horizonte), del que se distingue por una especie de emanación a partir de cuatro puntos principales; esta emanación se proseguirá por via de subdistinción, subdividiéndose el cuaternario en 8, 12, 16, etc., y realizando así la rosa de los vientos de la que volvereis a hablar. Este proceso anuncia y realiza el paso del más-allá transcendente al aquí-abajo inmanente.


Mediante una transición simbólica que refleja ya algo del mistério de la creación, se nos conduce, en primer lugar, a la toma de conciencia simultânea de dos direcciones vitales rectangulares, y de cuatro puntos diametralmente opuestos; lo cual se puede evocar, aunque de manera muy abstracta, sobre el papel, mediante los símbolos de la cruz o del Cuadrado que de ella deriva. Estos dos símbolos correlativos de la cruz y del cuadrado son universalmente reconocidos como símbolos perfectos de la tierra. Entendemos por tierra todo cuanto se opone lo celeste trascendente; no habrá que olvidarlo nunca en lo sucesivo; no se trata en modo alguno de nuestro planeta opuesto al cielo sideral de nuestros físicos modernos. Para mayor claridad de la exposición y para adoptar la terminologia usual, convendremos en que nos basta el símbolo del Cuadrado para designar la tierra, reservando el de la cruz para otros aspectos intermedios, ya que el Cuadrado es el término último del proceso de la cuadratura.

La figura cuadrada, y más concretamente la escuadra, que es su elemento fundamental, materializa simbolicamente dos direcciones espaciales; es el sistema bien conocido de las coordenadas.cartesianas. También simboliza el espado, que es, por otra parte, una dimension propiamente terrestre; el cielo es percibido inmediatamente como inconmensurable, no-espacial.


Nigel Pennick:

Uma brincadeira bastante comum entre escolares é uma reminiscência de um antigo sistema de geometria sagrada. Conhecido como "ler a sorte", o jogo envolve a dobradura de um quadrado de papel de uma determinada maneira. De qualquer jeito que o abrirmos, sempre se nos revelará uma de quatro opções. A dobradura do papel e a forma que ele toma quando desdobrado são um dispositivo mnemônico para a criação da geometria ad quadratum usada pelos antigos maçons.

Toma-se um quadrado de papel e dobram-se os quatro cantos de maneira que eles se encontrem. Este procedimento produz um novo quadrado, cuja área corresponde à metade do quadrado original. Estes cantos — são novamente dobrados de dentro para fora, o que cria um outro quadrado correspondente à metade do anterior e produz uma divisão óctupla. Pode-se fazer, a partir daí, uma figura tridimensional, com dois grupos de "vértices" que podem ser abertos e fechados à vontade. A associação dessa geometria muito bem definida com a leitura da sorte pode ser perfeitamente o resíduo deteriorado de um antigo sistema de adivinhação, pois o padrão assim formado não só reproduz a configuração básica do ad quadratum, mas também o esboço tradicional do desenho do horóscopo. Este último padrão combina de maneira engenhosa a divisão óctupla pagã do quadrado com a divisão duodécupla oriental do zodíaco.